ESPECIAL
PARA LA INFORMACION AYER Y
HOY
articulosdeopinion2004@yahoo.com JUAN PABLO DUARTE SU VIDA Y SU OBRA
(LXIX)
Julio M. Rodriguez Grullón
DUARTE
PRISIONERO EN LA FORTALEZA SAN FELIPE.-
En
Puerto Plata, Duarte se encontraba en casa de Pedro Dubocq, la cual estaba
situada en esos días en las afueras de la ciudad.
Recordemos
que entre los que formaban la comitiva que lo acompañaba desde Santo Domingo
estaba el hermano de .su novia Prudencia, Felix Mariano Lluberes, entonces un
mozalbete de 17 años, quien como todos los que le acompañaban, estaban dispuestos
a luchar antes de permitir que Duarte fuera tomado prisionero.
Pero
Duarte no quería derramamiento de sangre dominicana, cuando consideraba que su
obra había culminado con la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que era
su mayor deseo, así que le quitó a sus guardianes las ganas de pelear.
En
la fortaleza San Felipe, de Mena recibió la orden de arresto de Duarte desde
Santo Domingo y se dispuso llevarla a cabo.
Organizó
un escuadrón de infantería y sigilosamente se acercó con su tropa a la casa de
Dubocq, donde no había resistencia organizada, apresó a los miembros de la escolta de Duarte;
dentro de la casa estaban Dubocq y Duarte. de Mena tocó la puerta y abrió
Dubcq, de Mena le requirió a Duarte
.quien salió de su habitación .y de Mena
inmediatamente lo esposó y lo sacó de la casa colocándolo entre sus soldados y se inició la marcha a pie hasta la fortaleza. El padre Regalado Muñoz
que fue testigo de lo que ocurría nos
dejó una nota al respecto:
“En
la tarde del 27 de agosto de 1844, cruza Duarte la ciudad desde una hacienda
cercana entre las faldas de Isabel de Torres, camino de la fortaleza. Le
acompaña, como único amigo, su noble
protector don Pedro Dubocq. A
pocos pasos detrás, el grupo de aprehensores.
Momentos
antes había sido el apostol aprehendido, por criminal determinación del buitre
sureño que sintiera su trágica grandeza, opacada por los rayos del radiante
astro trinitario.”
Duarte
es encerrado en una celda con los miembros de su escolta, Evangelista, del
Valle, Lluberes y demás y esa noche al igual que en Curazao, en enero de ese
año, se inicia otro ataque de sus fiebres palúdicas, las cuales lo harían
envejecer prematuramente.
El
ha pasado en un lapso de cinco meses, (marzo-agosto) cuando es recibido como
padre de la patria en marzo, con todos
los honores disponibles, a ser encerrado en agosto, como traidor a esa misma patria que el mismo
forjara, por los que no creían que ese
sueño era posible y estaban decididos a
salir de el, rápido y como sea.
Al
día siguiente Duarte es informado que una embarcación ha sido enviada desde
Santo Domingo para trasladarlo a esa ciudad. Al preguntar como se llama le responden:
Separación Dominicana. Se ha iniciado el proceso de aplicarle esa palabra, con
el significado que contiene diferente al
de independencia, a las cosas importantes en el país.
La
principal calle de Santo Domingo (luego llamada El Conde), recibe
también el nombre de Separación.
La
fiebre hace que todo su cuerpo se sienta ardiente, se le nubla la razón y se
siente desfallecer; los carceleros se percatan de la situación y ordenan que un
médico lo atienda y le provea de los cuidados necesarios.
Y
entonces, poco después, Duarte, observando desde detrás de los barrotes de la
ventanilla de su celda, que mira hacia el sur de la fortaleza, cree que la fiebre le está haciendo ver visiones, pues ve acercarse la silueta de un
hombre, que a lo lejos le parece ser Juan Isidro Perez. Se frota los ojos y
espera unos momentos para comprobar la realidad, cuando la silueta está mas cerca ya no le cabe la menor duda. Se trata de Juan Isidro
Perez, el mas vehemente y leal de sus seguidores, que ha venido para que lo
encierren junto con el. Todos quedan anonadados ante este hecho.