HOSPITAL DR. JUAN E. KUNHARDT
En
realidad, el nombre del hospital que encabeza esta entrega todavía no existe,
pero es el deseo de los montecristeños, .encabezados por uno que lo es de
sentimiento, me refiero al Dr. Eucllides Gutierrez Felix, de que el actual
Hospital Padre Fantino, reinaugurado y reequipado recientemente por el Señor Presidente de la Republica, Lic
Danilo Medina, reciba ese nombre.
El
Padre Fantino fue un meritorio sacerdote que estuvo en Montecristi por .unos
años, a partir de 1903, antes de irse a La Vega y luego al Santo Cerro, donde
desplegó una extraordinaria labor pastoral, convirtiendo ese lugar en un santuario nacional de la Virgen de Las Mercedes. El Padre Francisco
Fantino Falco falleció en 1939.
Montecristi
puede recordar el tiempo que este ilustre sacerdote estuvo allí, colocando su nombre a
alguna calle o a una plazoleta, pero debe recordarlo.
El
Dr. Juan Enrique Kunhardt Oleaga (1918-2006) nació en San Fco de Macoris, llegó
a Montecristi en 1945, poco después de graduarse de médico en la Universidad de
Santo Domingo (actual UASD). Estuvo brevemente después de su graduación en el
Hospital Rosa Duarte en Elías Piña. y desde allí vino a Montecristi, a ocupar
transitoriamente la dirección del hospital y terminó quedándose en la Ciudad
del Morro hasta su muerte, 61 años
después.
Kunhardt
era un hombre trabajador, servicial, amable con todos, director que vivía en la
esquina frente al hospital y estaba de servicio practicamente las 24 horas del
día. Nunca lo oí quejarse de que tenía exceso de trabajo.
Como
estudiante de medicina que asistía al hospital, doy testimonio de que Kunhardt trataba
a todos sus pacientes con la misma amabilidad, ya fuera la Comisionada Especial
Fronteriza, Isabel Mayer, ya fuera el mas humilde de los habitantes del pueblo.
Era
un medico clínico sagaz, hacía diagnósticos certeros con poca ayuda del
laboratorio y ni hablar de su habilidad
quirúrgica.
Con
un equipo de anestesia Ombredanne, usando éter de anestésico y con dos sets
quirúrgicos de esa época, Kunhardt realizaba apendicectomías, colecistectomías,
histerectomías, prostatectomías, cesáreas, reducía fracturas óseas y luego les ponía
yeso.
En
1954, Trujillo construyó un nuevo hospital en los terrenos del antiguo estadio de beisbol, Pedro Alejandro San, el
cual tenía un grand stand de madera, que alojaba quizás 500 fanáticos y al
nuevo hospital llegó un equipo de Rayos X. El fluroscopio de ese equipo se hizo
famoso y de toda la región noroeste del país, venían pacientes a ponerse “los
rayos” con Kunhardt.
Pero
no solo venían pacientes por su cuenta, también médicos de la región le referían
pacientes con diagnósticos difíciles, o que necesitaran alguna atención especial,
o que se les realizara una intervención quirúrgica de urgencia, pues Kunhardt
las realizaba a cualquier hora o día de la semana..
El
prestigio de Kunhardt era tal,, que una vez jubilado en 1997, en su consultorio
privado, el cual tenía instalado en su residencia, todas las mañanas se veía la sala de espera
atestada de pacientes.
Desparecida
la tiranía trujillista, Kunhardt fue un personaje asediado por los nuevos
políticos. Los políticos lo buscaron a el, el no los buscó a ellos. Fue hecho
gobernador con rango de Secretario de Estado por el Dr. Joaquín Balaguer y así
fue jubilado.
Kunhardt
casó con la montecristeña Irma Grullón, con quién procreó 4 hijos, Eric, Janet,
Rudy y Tania, quienes le proporcionaron varios nietos.
Eric
llegó a ser un prominente físico de la NASA, la agencia norteamericana del
espacio. Rudy se hizo médico como su padre y reside en los EEUUA. Janet y Tania
son profesionales respetadas y formaron familia en nuestro país.
Que
el recién remodelado hospital de Montecristi lleve el nombre de este
prestigioso médico, es solo hacerle honor a la memoria de quien honor merece..
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