La OEA se disculpa....50 años despues

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                                                                                      Julio M. Rodriguez Grullón

             Luis Almagro nuevo Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA)  de personalidad inefable, después de meter la pata y algo mas, en sus declaraciones sobre la situación de los indocumentados  haitianos en nuestro país, sea para conciliarse con los dominicanos, o por otras razones, de buenas a primeras confiesa que la invasión americana de 1965 (para sofocar una supuesta revolución comunista en nuestro país, que hasta ese momento, era en realidad un movimiento para restaurar la constitucionalidad perdida por un golpe de estado),  fue un error y se disculpa solemnemente en nombre de su Organización....cincuenta años después, en una reunión donde estaba presente nuestro presidente de la república.

           ¿Qué decir al respecto?
            Que pocas veces un hecho como ese de 1965 refleja el despiste de los americanos y sus servicios de “inteligencia” sobre lo que ocurre en nuestro país.
            Como es posible que esos “servicios” no advirtieran e informaran, que los comunistas del patio no apoyaban ese movimiento porque no creían que hijos de temidos generales trujillistas pudieran dirigir un movimiento para restaurar la legalidad del gobierno y hacer valer la voluntad  popular expresadas en una de  nuestras elecciones mas limpias, en diciembre de 1962.
            Como es posible que esos “servicios” no informaran que en el combate del puente Duarte la tarde del 27 de abril de 1965, no había, no solo ningún comunista combatiendo, sino  ningún militante de  ninguno de los partidos de esos días y que la mayoría de los “dirigentes políticos” estaban asilados en consulados y embajadas; que el triunfo de los constitucionalistas se debió, a que Francis Caamaño contaba con el apoyo del pueblo a su nivel social mas bajo, el mismo que peleó en la restauración contra los españoles  y por lo tanto

            a).- Cuando caía un soldado golpista había quienes del bando contrario  tomaban su arma y empezaban a usarla en contra de ellos

b).- Que cuando caía un soldado constitucionalista  habían siete hombres  dispuestos a tomar esa arma y que Caamaño se la entregaba al mas capaz del grupo para usarla
c).- Que el jefe de los golpistas se quedó en su oficina en San Isidro y que los tanques se adelantaron a la infantería y entraron desprotegidos al territorio de sus oponentes.
Con esos informes, dudo que el Presidente Johnson pensara que aquello había sido una victoria comunista y que el no podía correr el riesgo de otra Cuba en el Caribe, cuando estaba enviando miles de jóvenes americanos a pelear contra el comunismo en el distante Viet Nam.
 El cuco del comunismo era utilizado por los oligarcas y reaccionarios dominicanos  de esos días,  para forzar a los americanos a estar de su lado y Lyndon Johnson, con su mentalidad de vaquero tejano,  no atinaba  o no quería,  ver la realidad del momento.
            He repetido varias veces en esta columna, que los dominicanos no nos hemos detenido a analizar, como oficiales del ejército de Trujillo, que eran la base de su sistema represivo, pudieron reaccionar, primero contra un golpe de estado y segundo contra los invasores yanquis, cuando Caamaño y los demás oficiales constitucionalistas, habían sido entrenados por ellos.
            Habría que empezar diciendo que Trujillo, además de la lealtad incondicional a su persona, había instilado en su ejército un alto grado de dominicanidad,  sentimiento  patriótico que salió a relucir cuatro años después de su ajusticiamiento.
             Ojalá que Luis Almagro logre que la OEA deje de ser el  ministerio de colonias como acertadamente fue  llamada por los cubanos en aquellos días (Cuba ha vuelto a integrarse en su seno) y se convierta en una organización, donde se puedan obtener logros positivos en la convivencia de los pueblos que integran el continente americano