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articulosdeopinion2004@yahoo.com   El JUEGO DE ESTRELLAS O EL CLASICO
                                                                       Julio M. Rodriguez Grullón

             El beisbol es el deporte que proporciona el entretenimiento mas sano, con una alta dosis de pasión y  con un mínimo de violencia. Es un juego sin reloj y el mas impredecible por ese mismo detalle, pues no importa como está el  score, hasta que no se hace el out 27, cualquier cosa puede pasar  y de hecho  con frecuencia pasa.

           Fue un juego que inventaron  los americanos en el siglo XIX, pero no se ha expandido por el mundo como debiera y la razón es que fuera de los Estados Unidos no se le hace  la propaganda  necesaria.
            El futbol en cambio, inventado por los ingleses en el mismo siglo XIX, se ha expandido por todo el mundo y en la actualidad tiene una mejor cobertura por la televisión y su final del torneo  mundial cada cuatro años, es el espectáculo deportivo de mayor audiencia a nivel mundial.
            El comisionado   Bud Selig,  en vista de eso, creó el clásico mundial de beisbol, para dividiendo los jugadores por países, se produjera mayor interés en el juego y así fomentaría su difusión.
            Ahora bien, lo que mas contribuye a difundir un deporte es que los mejores jugadores del mismo, participen en esos torneos, defendiendo los colores de su país y ese no es el caso con el clásico del beisbol, lo que contrasta grandemente con lo que ocurre con el mundial de futbol, donde si participan las estrellas del deporte en ese momento.
            El primer problema que tiene el clásico de beisbol es que se celebra en una época (marzo) en el cual los jugadores de las grandes ligas americanas que son sin duda los mejores del mundo,  están practicando para ponerse en forma, para la temporada que se inicia en el mes de abril y por esa situación es mayor el riesgo de una lesión.
            Los jugadores de beisbol están en forma para mediados de temporada cuando se hace una pausa de cuatro días, para celebrar el juego de estrellas de las grandes ligas.
            Sin embargo, este evento está perdiendo atractivo para el público americano, ya que juntar esos jugadores para un solo juego, no resulta lo suficiente para hacer el evento  interesante.
            En vista de eso, se ha rodeado este juego cosas como competencia de jonrones, que la liga ganadora tendrá la ventaja de ser home club en cuatro juegos si la serie se extiende a siete y se otorgan un serie de premios mas, para estimular los jugadores a poner su mayor esfuerzo en este juego.
            Yo digo que si en vez de cuatro días, cada cuatro años se suspendiera la temporada de grandes ligas en julio, no por cuatro días sino por diez o doce y se permitiera a las estrellas del juego participar representando los colores de su país de origen, entonces si tendríamos un verdadero clásico que despertaría interés en todas partes, incluyendo los Estados Unidos, donde el clásico en su formato  actual el gran público apenas se entera de su desarrollo.
            El interés que un clásico así despertaría, se reflejaría en las tarifas para la televisión, que permitiría hacerles a los equipos de grandes ligas una compensación por los juegos que no se jugarían en esos días y los cuales también pueden cargarse en un calendario con doble  juegos vespertinos y nocturnos.
            Pensamos que un deporte como el beisbol debe ser atractivo si se mercadea correctamente. Llevar a cabo el clásico en marzo es un disparate.
            Debe hacerse en julio, con los jugadores estelares en forma y defendiendo los colores de su país.
            Usted se imagina un equipo dominicano con Beltré, Pujols, Johnny Peralta, Alex, Cueto, Carlos Martinez, Nelson Cruz, Robinson Canó y demás estelares. No se parecería ni remotamente al equipo que alineamos en el último clásico, ni  al que al parecer alinearemos nueva vez en un par de años.
            El nuevo comisionado de beisbol debe considerar esta posibilidad a que nos estamos refiriendo,   para bien del beisbol y su expansión por todo el mundo.