Los 12 años de Balaguer

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                                                                      Julio M. Rodríguez Grullón

                                                   LA RENUNCIA DE LOS GENERALES A BALAGUER

En 1975, la profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas estaba  lejos y la politiquería y el grupismo entre los oficiales, dominaban abiertamente la vida en los cuarteles. El proceso de profesionalización se inició en 1978, con el triunfo del PRD en las elecciones de ese año.
La muerte del periodista  Orlando Martinez , el 17 de marzo de 1975, desencadenó una gran animadversión contra el régimen balaguerista. y a este se  le ocurrió designar al Gral  Neit Nivar Seijas, como Jefe de la Policía Nacional  el 7 de mayo de 1975, para contrarrestarla.
Nivar Seijas tenía un historial de Reformista y de encabezar un grupo de militares llamado grupo San Cristobal, enfrentado al  llamado triángulo, que componían el Gral Enrique Perez y Perez, quien a su vez estaba enfrentado al grupo de San Isidro, que encabezaba El Gral Salvador Lluberes Montás; el tercer miembro del triángulo era el Gral Ramón Emilio Jimenez, Secretario de las Fuerzas Amadas, con poder en la Marina de Guerra y sus excelentes relaciones con los servicios de inteligencia y los norteamericanos.     
Balaguer mantenía un equilibrio entre las  rivalidades de  estos  grupos de militares.
Nivar había estado en desgracia aparente y su grupo había perdido fuerza en los últimos dos años frente al triángulo, porque se desempeñaba como Secretario de Interior y Policía, o Secretario de la Presidencia,  donde no estaba al mando de tropas.
Los miembros del triángulo se enteraron del nombramiento de Nivar a través de los medios de comunicación, como todas las demás personas del país.
Eso fue considerado un insulto por sus cabecillas, se iniciaron  una serie de reuniones entre  ellos y rehusaron asistir al Palacio Nacional a la toma de posesión de Nivar Seijas el día 8 en la mañana. La noche del 9 de mayo le fue entregada a Balaguer la carta de renuncia de sus cargos de Perez y Perez, Lluberes Montas, Ramon E. Jimenez y el Comodoro Logroño Contín Jefe de la Marina de Guerra y este  tranquilamente aceptó la renuncia de los militares; entonces estos convocaron una rueda de prensa, la mañana del día 10 y entregaron copia de su carta de renuncia a los medios de comunicación.
La noticia estremeció el país que se llenó de rumores de todas clases. Se temía una guerra civil o un golpe de estado, pero por los próximos tres días, Balaguer dió una demostración de entereza y desinfló la crisis provocada por los  militares rebeldes. El entró en acción antes de que terminara la rueda de prensa de los renunciantes. Ese mismo día  lanzó decretos nombrando a Renato Malagón Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea y Mario Imbert McGregor fue sacado de su retiro para nombrarlo subjefe de Estado Mayor  de la misma;  Rivera Caminero volvió a su puesto como Jefe de la Marina de Guerra . En otro decreto, Balaguer se nombró el .mismo Secretario de las Fuerzas Armadas.
Esa tarde del 10 de mayo de 1975, un continuo flujo de oficiales comenzó a desfilar por su despacho. El 11 de mayo un comunicado firmado por 22 generales y 37 oficiales de Estado Mayor declaraba su lealtad al presidente y su respaldo a las medidas que pudiera tomar para conjurar la crisis de mando que se había producido en el seno de las fuerzas armadas.  La Policía Nacional siguió con un comunicado semejante.
El día 12 Balaguer designó al Gral Alvarez Sanchez al frente del ejército y a Beauchamps Javier en sustitución de si mismo como Secretario de las Fuerzas Armadas.  Así el país se tranquilizó. Posteriormente Balaguer nombró a Jimenez como Secretario de
Relaciones Exteriores y a Perez y Perez Secretario de Interior y Policía,  que son cargos  sin mando de tropas,  terminando así   la crisis.