Colaboracion para La Informacion AYER Y HOY
CONSECUENCIAS DE LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
EN LA DICTADURA DE
TRUJILLO
Julio M.
Rodriguez Grullón
A pesar de que Trujillo era un dictador y había coqueteado
con la Alemania de Hitler, tan pronto los Estados Unidos declaró la guerra a
las potencias del eje, después del ataque a Pearl Harbor , rápidamente les
declaró la guerra también y se alineó con los aliados en el conflicto.
Trujillo demostró que
el estaba consciente que había llegado al poder como consecuencia de la intervención
americana de 1916-24, con el consentimiento de los interventores y que también
dependía de ellos para su permanencia en
el.
Ahora
bien, su participación en la guerra fue enteramente de papel, pues no envió
ningún soldado a los campos de batalla o
aportó nada a la causa de los aliados.
Sin embargo, fue la segunda guerra mundial, el
evento que consolidó su posición y le permitió enriquecerse como ningún
dominicano había soñado y como pocos hombres en el mundo han logrado hacerlo.
Para
comenzar, en 1940, luego de estar al borde de la muerte por su pústula maligna en el cuello y viajar a los Estados Unidos a
chequear su salud, fue sorprendido por la oferta del Secretario de Estado
Cordel Hull de entregarle las aduanas al
país. Los Estados Unidos querían terminar una ingerencia, que para ellos era ya
mas bien una molestia y asegurar un
aliado para la guerra, en la que sabían se verían envueltos eventualmente. De
ahí en adelante, ningún comerciante
podía competir con las empresas de Trujillo o sus familiares, pues el podía
acomodar los aranceles del país a su conveniencia, podía quebrar cualquier
empresa subiéndole los aranceles a los materiales que importara
o a los productos que exportara.
El
estado de guerra le permitió reprimir cualquier manifestación de oposición sin
que
nadie de fuera lo interpelara o molestara.
Para
1946, se había convertido en el primer empresario dominicano, con sus monopolios
y su control absoluto de la economía. Nadie podía rivalizar con el, en el campo
de los negocios.
Juan
Bosch lo dice muy bien:
“Un
año después de terminada la guerra mundial (Bosch enumera los negocios de Trujillo)
de
republica que era, Santo Domingo quedó
transformado en una empresa económica” (Trujillo, causas de una tiranía sin
ejemplo, pag 147 y 148) y mas adelante señala “Si la Republica Dominicana cambiara su nombre por el de Empresas
Trujillo C por A, estaría mejor definida y su situación política quedaría fuera
de discusión, ( pag 179 de la citada obra).
Trujillo
era un capitalista con todos los resortes del poder a su disposición y lo que
hizo fue ahondar la distancia entre las clases sociales dominicanas. El, sus
familiares y servidores incondicionales, estos últimos a pesar de sus períodos
de desgracia, se ubicaban en una posición privilegiada, mientras la gran masa
del pueblo arrastraba su espantosa miseria, vigente desde el siglo XVI. Existía
una reducida clase media, que luchaba por sobrevivir, en medio de una asfixiante
atmosfera de adulación y terror difuso.
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